Desde que el Restaurante Matteo fue fundado en 1902, cuatro generaciones de mujeres han                                   estado a la cabeza de esta casa centenaria. Comenzó siendo una tienda de ultramarinos y                                     llegó a ser una referencia en la gastronomía de Gipuzkoa en la pasada década.

 

 

A principios de los años 80, María Luisa Eceiza, que representa a la cuarta generación de esta saga de cocineras, dio un golpe de timón en la dirección del restaurante asumiendo el riesgo de cambiar una casa de comidas, que estaba bien asentada en el corazón y paladar de todos sus clientes, por un restaurante enfocado a la búsqueda de la excelencia en la gastronomía y el servicio que los tiempos requerían.

 

Tras la reforma del restaurante en 1982, los esfuerzos mantenidos en el tiempo en aras de consolidar elMatteo como un restaurante de calidad se vieron recompensados en 1986 con la asignación de una estrella Michelin, que premiaba el mimo y el buen trabajo del equipo.

Así se mantuvo 20 años, hasta el año 2002 en que, tras el fallecimiento de su madre, Maritxu Ibargüen, gran guisandera y alma máter del lugar, María Luisa decidió cerrar el restaurante para poder dedicar más tiempo a su familia.

 

Ahora, tras una década de descanso apartada de los fogones de su restaurante, María Luisa vuelve para reencontrarse con sus clientes y ofrecerles los platos típicos de la casa en la carta y en los menús variados adaptados a la situación actual.

 

Reforzando además la variedad de pintxos en la barra y abriendo la terraza como un nuevo espacio para disfrutar.